por Silvina García Larraburu
“En el mundo de hoy persisten numerosas formas de injusticia, nutridas por un modelo económico basado en las ganancias, que no duda en explotar, descartar e incluso matar al hombre. Mientras una parte de la humanidad vive en opulencia, otra parte ve su propia dignidad desconocida, despreciada o pisoteada y sus derechos fundamentales ignorados o violados.” Nos dice el Papa Francisco en la nueva Carta encíclica ‘Fratelli Tutti’, sobre la Fraternidad y la Amistad Social.
Hoy el planeta es más injusto que ayer. La crisis económica internacional desatada por la Pandemia del COVID 19 impacta con mayor crudeza en América Latina. La ONU reveló que los nuevos pobres podrían superar los 45 millones. En una región que ya de por sí es la más desigual, las poblaciones más vulnerables son las más afectadas y se recrudece la discriminación social.
Hace unos días en El Bolsón se frenó la construcción del Hogar de Tránsito “Emaús” para personas en situación de calle, a raíz de la oposición de un grupo de vecinos. Me gustaría llamarlos a la reflexión y a que ejerzan la empatía con aquellos que peor la están pasando. Como señala Francisco, necesitamos cambiar el esquema de valores dominante y pasar de la “cultura del descarte” a una en donde prevalezca la fraternidad humana.
Es importante que comprendamos que las personas en situación de calle, conforman la población más vulnerable que debemos proteger de manera integral. A la situación de marginación estructural se agrega ahora, la exposición permanente al contagio de Coronavirus por cantidad de horas a la intemperie, como por la incapacidad de adoptar las medidas preventivas recomendadas.
Creo que la humanidad se encuentra en un punto de inflexión y tenemos la oportunidad histórica de construir un nuevo pacto social, centrado en el valor de la vida y la dignidad de todos los hombres y mujeres.
Esa es la visión de quienes integran el Hogar Emaús. Desde el año 2008 están presentes en Bariloche, ayudando a los más desfavorecidos a convertirse en protagonistas de sus propias vidas. Gracias al compromiso y entrega de sus voluntarios, muchos rionegrinos lograron recuperarse de adicciones, aprender un oficio, forjar nuevos lazos sociales y comunitarios.
Junto a ellos, y otras organizaciones, presentamos un Proyecto de Ley sobre Personas en Situación de Calle, que busca reconocer sus derechos y garantías; y establece una serie de instrumentos y estrategias a fin de favorecer su inclusión social.
Las sociedades que mejor calidad de vida ofrecen a sus poblaciones son las más integradas. En estos momentos en El Bolsón tenemos la posibilidad de tender una mano solidaria a quienes peor la están pasando y propiciar el encuentro entre todos los Rionegrinos.