«…hablar de cualquier cosa, como Mario Sánchez»

por PABLO BAQUÉ

La verdad es que si hay alguien que es llamativo que haga alusión a que nos vamos de tema es un senador que cada vez que cierra se pone a hablar de cualquier cosa, como Mario Sánchez“.

Con esa frase el senador Martin Lousteau, comparó al senador José Mayans con el gran cómico argentino.

Luego en plena Sesión de la Cámara Alta, se produjo un intercambio verbal entre la presidenta del Senado, Dra. Cristina Fernández de Kirchner y la cuestión finalmente derivó en que aquella comparación pudiera resultar «ofensiva», porque al menos ese fue el sentido de la frase de Martín Lousteau.

Y este periodista (el que escribe esta nota) que desde hace años cubre la información parlamentaria, quisiera no dejar pasar esta imbecilidad.

He tenido el orgullo de trabajar junto al actor Mario Sánchez durante muchísimos años en la época de gloria de Radio Rivadavia, y aseguró que además de ser una de las mejores personas que conocí en los medios, fue un Cómico con mayúsculas, que contribuyó con su arte brindando momentos de alegría a generaciones enteras de nuestra sociedad. 

Sobra que siga describiendo la calidad artística y humana del querido Mario Sánchez.

En cuanto a dar discursos sin sentido ni otro efecto que cobrar dietas abultadas, todos sabemos que hay muchos actores políticos que hacen de eso su modo total de vida, con esta diferencia: no solo aburren sino que su palabrerío no contribuye a otra cosa que a la confusión general y al odio entre los argentinos.

En cuanto a la trayectoria del joven exministro nacional y popular, luego político independiente, más tarde embajador durante el gobierno de Cambiemos y ahora Senador por la UCR, Martín Lousteau, este cronista no conoce otra obra suya más que la de gastar millones de pesos en empapelar con su cara la ciudad de Buenos Aires en cada acto eleccionario, actividad que produce por cierto un aumento significativo de la contaminación visual y una muestra de desprecio por el espacio público.

Por tanto de ninguna manera se puede dejar que pase inadvertida la intención de ofender a alguien haciendo alusión al Sr. Mario Sánchez, especialmente cuando las frases parten de las cuerdas vocales de alguien de quien se desconoce absolutamente cuál es su contribución a la sociedad.

Por el contrario, creo que una alusión de esta naturaleza sería motivo antes de orgullo que de ofensa, aunque denote la falta de respeto y por supuesto de cultura de quien la verbaliza.