«El gasoducto va a servir para que la industria argentina tenga más gas y se vuelva más competitiva»
El candidato y actual diputado nacional por Unión por la Patria cerró el acto de SMATA en La Matanza. Estuvo junto al secretario general, Ricardo Pignanelli; la vicegobernadora Verónica Magario; el intendente, Fernando Espinoza; el tercer candidato a diputado nacional, «Paco» Manrique; el ministro de trabajo bonaerense, Walter Correa, Julián Domínguez y Débora Giorgi.
Para comenzar, el presidente del PJPBA agradeció a Ricardo Pignanelli de SMATA y destacó «siempre podemos conversar, discutir, debatir, que siempre está pensando…es un compañero que cuando va a hablar, habla de cómo mejorar la calidad de las afiliadas y los afiliados que siempre está pensando, aparte también, en cómo generar más y mayor calidad de trabajo y también más oportunidades de trabajo. Y creo que un dirigente sindical que se preocupa también para que hayan inversiones para su país y al mismo tiempo lo hace sin entregar derechos y el salario de los trabajadores y trabajadoras es realmente, para todos, un ejemplo».
«Creo que tenemos un enorme desafío por delante. Creo que es cierto que tenemos un desafío electoral y que vamos a tener que hacer un esfuerzo enorme para aquellos que a esta altura ya prometen descargar toda la furia sobre aquel que no se doblegue ante sus deseos y sus órdenes. Que vienen a decirnos que esto que ellos ven que no son más que los derechos que tiene cada compañera y cada compañero cuando va a trabajar en SMATA o cualquier gremio. Que cualquier resistencia, que cualquier pelea que den por su salario, cualquier pelea o queja que esgriman por querer mantener sus derechos va a ser aplastado porque de esa manera creen que se puede cambiar este país».
«Y miren, miren que en nuestro país esa idea ya tuvo quienes la llevaran adelante. Entre 1976 y 1983 se llevaban las comisiones internas enteras de muchísimas fábricas de compañeros y compañeras como pasó en la Ford. Cada voz que se levantaba era o detenida o torturada o desaparecida y al punto de quedarse con sus hijas y sus hijos. Sin embargo, ni la tortura, ni la desaparición de trabajadores, estudiantes, militantes políticos, sociales y sindicales, trajo el éxito económico a la Argentina. Ni trajo el desarrollo económico a la Argentina, más bien trajo endeudamiento. Y como corolario final del fracaso de aquellos que creen imponerle el destino a un país a través de la violencia y la supresión de los derechos de las personas, también trajeron una guerra donde murieron más de 600 argentinas y argentinos allá en nuestras queridas Malvinas. Incluso hoy una de las candidatas a Presidente de la Argentina proponía, hace un año y medio o dos nomás, cambiar las Malvinas por un par de vacunas. Me cuesta entender y me causa dolor que haya argentinas y argentinos que crean que de esa manera y que con esa clase de dirigentes insensibles de raíz violenta entiendan que este país puede salir adelante».
También se refirió al gobierno de Macri, el ex presidente «no solo faltó a la palabra y el compromiso asumido con trabajadoras y trabajadores que estaban alcanzados por el impuesto a las ganancias sino que sumergió al país en una inmensa deuda externa».
En relación al gasoducto Presidente Néstor Kirchner el diputado nacional expresó: «El otro día cuando estábamos inaugurando el gasoducto… el costo final del gasoducto fue de entre 2500 o 2600 millones de dólares. Ustedes saben, aparte, que se hizo un aporte solidario de las grandes fortunas para que los que más teníamos, pusiéramos para sacar nuestro país adelante. Y que parte de ese aporte fue para la construcción de ese gasoducto para poder incentivar el desarrollo de nuestro país. Algunos sólo cuando hablan del gasoducto hablan de la fase exportadora del gasoducto. Yo quiero hablar del gasoducto, del otro gasoducto que hay: del gasoducto que va a servir para que la industria argentina tenga gas más y que la vuelva más competitiva. Vamos a ajustar por el precio del gas y no por el salario del trabajador y la trabajadora. Para eso también es el gasoducto.
Es una buena idea ¿no? ser competitivo porque tenemos gas barato y no porque las trabajadoras y los trabajadores ganan poco. No sólo se trata de exportar. También para que el gas, como hicimos en la Cámara de Diputados, otra zona fría para que muchas zonas que pagaban un precio excesivo por el frío pudieran pagar menos. Ese gas también va a ir y debe ir a las familias de las casas argentinas. Y todavía tenemos una gran parte del país que no tiene acceso al gas de manera directa sino solo por garrafas. Hay enormes desafíos por delante para nuestro país».
«El problema de la Argentina no son los trabajadores y las trabajadoras, son los que quieren saquearla todos los días».
«Y pensaba ese número, 2500, 2600 millones de dólares, por qué me resultaba tan familiar. Y me acordé por qué el «Messi de las finanzas», Toto Caputo endeudó al país por ejemplo a 100 años, a 100 años, 2600 millones de dolares fue la deuda emitida a 100 años en Argentina. El mismo valor del gasoducto. Cabe preguntarse qué hicieron con la plata. Porque con esa emisión de deuda de 2600 millones de dólares de deuda podrían haber hecho el gasoducto».
«El tiempo perdido en Argentina ha sido demasiado, y tenemos que tener la plena convicción y un deseo profundo de entender que es imposible que recuperemos ese tiempo. Que el deseo que tenemos que tener es dejar de perder tiempo. En esta elección se define si la Argentina quiere volver a perder tiempo o empezar realmente a construir uno nuevo. Mejor que el que tuvimos entre el 45 y el 55. Mejor que el que tuvimos entre el 2003 y el 2015, pero eso se hace con decisión. Y con participación, no con espectadores, sino con protagonistas. A mi me sobra el coraje y la espalda para enfrentar al macrismo, no nos julepeó jamás entre el 2016 y el 2019, y hasta se le metieron a Cristina dentro de la casa, pero no nos quebraron y no votamos leyes que no teníamos que votar. Esa es la actitud que cada dirigente asume. Pero no basta con la actitud que cada uno y cada uno de nosotros asuma, porque les quiero ganar, y nosotros solos no podemos. Necesitamos que ustedes más allá de los problemas que tienen todos los días, de lo difícil y la situación económica, se comprometan no con una fuerza política, sino con su propio destino y con su propio país. No habrá manera de detener la voracidad de esta gente si el pueblo no se involucra en su destino».
«Vamos a dar la pelea y queremos que nuestra Argentina crezca y que el litio que tiene nuestro suelo genere riqueza para el desarrollo de nuestro pueblo».