La Comisión presidida por la diputada Mariana Zuvic (Coalición Cívica) recibió a especialistas que dieron su postura sobre el tema.
Pablo Bonuchelli, magíster en Intereses Marítimos por la Universidad Marítima Mundial de Malmö, señaló el “indispensable apego a las formas que debiera obedecer en general todo proceso de creación y designación de un área marina protegida” y destacó que “el proyecto se inserta en un escenario significativo que es la internacionalidad, internacionalidad que se manifiesta desde el derecho internacional aplicable pasando por los actores que confluyen en ese espacio y los usos, es una interacción que naturalmente genera disputa de intereses y por tal motivo es fundamental respetar las normas y las formas”.
Por otro lado, Milton Schvartzman, asesor especialista en conservación marina, explicó que “estamos a favor de la conservación de las áreas marinas protegidas, pero en este caso no se consultó a los pescadores, a las comunidades de la Patagonia, a los organismos de seguridad que son los encargados de hacer cumplir esta Ley”.
En tanto, Horacio Terribilie, doctor en Relaciones Internacionales de la Facultad de Rosario, remitió al plano geopolítico manifestando que “es un escenario internacional pero donde nosotros tenemos una fuerte disputa de soberanía contra una potencia desde hace un montón de años y entiendo que esta potencia, que defiende sus intereses como toda su potencia, y que no son nuevos en la República Argentina”.
Para concluir, Ariel Mansi, miembro de la Asociación Argentina de Derecho Internacional, señaló que “la República Argentina no debería promover directa ni indirectamente la generación de escenarios que tuvieran como efecto el fortalecimiento de la ocupación ilegal británica” y propuso “proceder a la modificación de la actual límite sur del proyecto de establecimiento del área marina protegida Agujero Azul que, por otra parte, da cuenta del interés de Argentina en la conservación de la rica biodiversidad existente en su plataforma continental”.