Alfredo Cornejo y Pablo Domenichini protagonizaron un encuentro que generó mucho interés. Varios cientos de personas se sumaron a los diálogos estratégicos en el marco de la pandemia. Estrategia es, precisamente, lo que los protagonistas del intercambio señalaron como ausente en las acciones que el Gobierno viene desplegando frente al embate de la enfermedad.
Cornejo, diputado nacional y presidente de la UCR Nacional, y Domenichini, secretario general de la UCR bonaerense, coincidieron en que el actual gobierno no genera los consensos necesarios. Lejos de intentar una salida “a la uruguaya”, modo que encontró del otro lado del río a oficialismo y oposición compartiendo propuestas para escapar del brete que plantea el Covid-19, la Administración Nacional ninguneó el documento que el centenario partido presentó hace más de un mes con propuestas concretas a implementar. En contrapartida, lo que puede verse “tras la ochentena es un nivel de improvisación alto. Es imposible que la Argentina, con sus vulnerabilidades, siga de esta forma” señaló el ex gobernador. “Hay otras variables, además de la salud pública se deben escuchar otras voces”, precisó Domenichini, quien agregó: “Además, lo que emerge son simbologías que profundizan la grieta. Y más allá de ellas, hay hechos concretos que la generan en términos reales, como el avasallamiento de las instituciones, o hechos que instalan fuertes indicios de violaciones a los derechos humanos, como los de Tucumán y en San Luis”.
Asintiendo, Cornejo, sumó que sobre esa simbología paternalista que utiliza hoy la Rosada, viaja una actitud que avanza sobre garantías constitucionales básicas, como el derecho a la propiedad, libertades individuales y atropellos a la Justicia. “El Gobierno metió más miedo que el que necesitaba. Pero hay gobernadores que están muy cómodos en esta situación”, advirtió.
En la vereda de enfrente de estas situaciones, los protagonistas del diálogo coincidieron en que la UCR debe mostrar claramente un contra-relato que combine, de manera opuesta al vigente Estado deficiente , un Estado inteligente que dé más oportunidades, que pueda resolver “esta errada estrategia económica y sanitaria”.
“Ni por un minuto tiene que pasarnos por la cabeza la idea de abandonar Juntos por el Cambio. La coalición es condición sine qua non para alternancia. Si hacemos bien las cosas tenemos posibilidades de cambiar la ecuación en diputados el año que viene, frente a un oficialismo que no está acertando en la gestión . No tenemos que permitir que nos corran por izquierda”, subrayó Cornejo.
Domenichini completó: “Detrás de la dialéctica, el kirchnerismo es conservador. Nosotros debemos contraponer nuestros valores. Contar las mejoras concretas que puede exhibir nuestra gestión en las tres provincias que gobernamos, o las que alcanzamos al frente de la Secretaría de Políticas Universitarias (cargo que ocupó durante la etapa de Finocchiaro en el Palacio Sarmiento), a diferencia de lo que hoy puede verificarse: el desfinanciamiento que está sufriendo el sistema universitario. En cuanto a la alianza, es imprescindible la consolidación de Juntos por el Cambio y tener vocación de mayoría”.
Cornejo se encargó de separar bien el “peronismo republicano, que reivindico” del “peronismo populista, que dice que te va a cuidar hasta que encontremos la vacuna, (…) que siempre va a ser una posición contradictoria con la economía”. Para el mendocino, “no es tiempo de ponerse ortodoxos. Y ya que están usando la facultad de emitir, deben sostener a las empresas, los municipios y los estados provinciales, asegurando un piso de recaudación”. “No pueden sostener esta situación, de continua improvisación, hasta el verano”, enfatizó. “Es imprescindible una planificación, una que pugne por una estrategia segmentada”, dijo Domenichini.
El caso Vicentín no podía quedar fuera del intercambio: “Había infinidad de mecanismos jurídicos, legales, para seguir. Son señales de poder. Es La Cámpora que quiere marcar el territorio. Son una minoría, muy organizada”, definió Cornejo.
En cuanto a la estrategia que debe seguir el partido en el AMBA, los dos coincidieron: “Tener referencia nacional es la única forma de dar pelea, necesitamos actores con volumen político y público”, aseguró Domenichini. Para Cornejo, la UCR fue en el pasado una suerte de confederación de espacios provinciales. “La posición de partido nacional nos va a introducir en el conurbano. Si no logramos fortaleza en Capital y el conurbano, al radicalismo le va a costar ser alternativa en el país”.