En los últimas 48 hs hemos asistido a una catarata de publicaciones del estilo “copy-paste” que se refieren a un episodio en el que participó el diputado salteño Andrés Zottos durante un partido de básquet donde fue golpeado y lesionado su hijo menor.
Resulta interesante analizar la actitud de muchos medios, a la hora de redistribuir esta información. En general se agrupan por objetivos: están los que se suben a cualquier noticia que les sea útil para desacreditar a los políticos (siempre que no se relacionen con sus pautas publicitarias), luego los que utilizan estos episodios curiosos para plasmar titulares que los beneficien con visitas en sus redes, y como siempre aparece algún que otro medio implacable en fustigar al involucrado para luego acercarle «alternativas de protección mediática».
Es comprensible que a tantos les resulte novedoso observar a un diputado «enojado» por algo que no se vincula con un discurso o mensaje político, y por «extraña» la noticia seduce para su publicación. Si es inexacta no importa. «Nadie lee más allá del título y la bajada.» dicen algunos.
Como medio especializado en información parlamentaria creemos que es buena ocasión para exponer una teoría que venimos sosteniendo. Estamos convencidos de que la mayor parte de los que publicaron el incidente no contactaron al legislador para escuchar su explicación, ni se preocuparon por interiorizarse de los detalles del episodio, ni se detuvieron a leer la exposición policial o el descargo que hizo el mismo Zottos, y mucho menos consideraron la nota que difundió la subcomisión de Basquet de uno de los clubes (que adjuntamos a este artículo).
Está claro que no avalamos este tipo de intervenciones en espectáculos deportivos, pero podemos mirar bien la situación y comprender a un padre que se lance a asistir a su hijo al que un golpe brutal dejó en el suelo, en un evento donde no se tenian previsto servicio médico ni de ambulancia y las situaciones de violencia entre los adolescentes venían en un aumento alarmante ante la mirada de un árbitro inactivo.
Así lo relataron a una de nuestras radios asociadas en Salta numerosos asistentes al evento, cuyos testimonios no fueron reproducidos por los medios aqui aludidos quizá porque no les sirve para la construcción de esas medias verdades a las que estamos últimamente tan habituados.
Desde lo humano pedimos a los periodistas despojarse de esa hipocresía de discurso (almidonada y poco creíble) y les preguntamos si en una situación análoga con sus propios hijos hubieran actuado de alguna otra manera que les suene políticamente correcta. Si el niño hubiera golpeado con la cabeza y no con su brazo y cadera ¿cómo hubieran actuado? ¿cuál sería el titular de hoy?.
Los salteños seguramente van a saber reflexionar desde las prioridades humanas más allá de lo que les públiquen para capturar su atención o alimentar su indignación para desprestigiar a los políticos sin mirar a quien.
Sabemos que vivimos en un mundo de apuro y liviandad, pero algo deberíamos hacer los periodistas frente a la imparcialidad cada vez más ausente en el periodismo.
Como siempre estos temas se aprovechan para llevarlos al terreno de la política y se usan para acrecentar los odios y el malestar social.
No obstante seguramente los salteños sepan distinguir entre quien se lanza corriendo a socorrer a su hijo, de aquellos que gobiernan desde la cama solar, la manicura y las palabras vacías.
Los invitamos a leer la nota enviada desde la subcomisión de Basquet del Club Gimnasia y Tiro, al Tribunal de Disciplina de la Asociación.